miércoles, 2 de agosto de 2017

Oración a la Virgen de los Ángeles, patrona de Costa Rica

 
 Oh Soberana Reina de los Ángeles, Madre amorosísima que te dignaste escoger a nuestra amada Patria para que fuera el trono de tus misericordias, te damos gracias por los innumerables beneficios recibidos de tu intercesión poderosa y te suplicamos que nos protejas en todos los momentos de nuestra vida, sobre todo cuando nos aflijan las preocupaciones; a esa hora, Oh Virgen y Madre de Dios, haz valer tus prerrogativas de Reina y de Madre ante la Santísima Trinidad; socórrenos desde el cielo con amor de Madre y con esplendidez de Reina. 
Vela por nuestra amada patria, Oh Reina Soberana de los Ángeles y sálvala por amor a Cristo, Nuestro Rey y Señor.
AMEN. 

Historia de la aparición de la Imagen.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Oración de siete peticiones por las almas del purgatorio

1.¡Señor, Dios Todopoderoso, por la preciosísima sangre que tu Hijo muy amado derramó sobre el huerto de Getsemaní, te suplico que liberes a las almas del Purgatorio, en especial a aquellas que están más abandonadas! Condúcelas a tu gloria para que te alaben y glorifiquen en la eternidad. Amén.

Pater Ave y Gloria.

V/. Dales, † Señor el descanso eterno.

R/. Y brille para ellos  la luz perpetua.

V/. Que descansen en paz.

R/. Amén.

2.¡Señor, Dios Todopoderoso, por la preciosísima sangre que tu Hijo muy amado derramó durante la despiadada flagelación, te suplico que liberes a las almas del Purgatorio, en especial a aquellas que están más cerca de gozar la eternidad. Déjalas que comiencen ahora a alabarte y glorificarte en la eternidad. Amén.

Pater Ave y Gloria.

V/. Dales, † Señor el descanso eterno.

R/. Y brille para ellos  la luz perpetua.

V/. Que descansen en paz.

R/. Amén.

3.¡Señor, Dios Todopoderoso, por la preciosísima sangre que tu Hijo muy amado derramó durante la dolorosa coronación de espinas, te suplico que liberes a las almas del Purgatorio, en especial a aquellas que más necesitan tu intersección! No permitas que esperen más para que te puedan alabar y glorificar en la eternidad. Amén.

Pater Ave y Gloria.

V/. Dales, † Señor el descanso eterno.

R/. Y brille para ellos  la luz perpetua.

V/. Que descansen en paz.

R/. Amén.

4.¡Señor, Dios Todopoderoso, por la preciosísima sangre que tu Hijo muy amado derramó en las calles de Jerusalén cuando llevaba la cruz sobre su bendita espalda, te suplico que liberes a las almas del Purgatorio, en especial a aquellas que ante tus ojos posee los mayores méritos para que, desde lo alto del trono glorioso que las espera, te puedan alabar y glorificar en la eternidad. Amén.

Pater Ave y Gloria.

V/. Dales, † Señor el descanso eterno.

R/. Y brille para ellos  la luz perpetua.

V/. Que descansen en paz.

R/. Amén.

5.¡Señor, Dios Todopoderoso, por el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo muy amado, Jesucristo, que Él mismo en la noche anterior a su muerte ofreció a sus amados apóstoles como alimento y bebida, dejando de este modo una ofrenda continua y alimento que da vida para los fieles de toda la Iglesia, te suplico que liberes a todas las almas del Purgatorio, en especial a la que honró mas este secreto de su infinito amor, para que pueda con tu Hijo muy amado y El Espíritu Santo, por medio de sus santos Sacramentos, alabarte y glorificarte en la eternidad. Amén.

Pater Ave y Gloria.

V/. Dales, † Señor el descanso eterno.

R/. Y brille para ellos  la luz perpetua.

V/. Que descansen en paz.

R/. Amén.

6.¡Señor, Dios Todopoderoso, por la preciosísima sangre que tu Hijo muy amado derramó de sus manos y sus pies cuando estaba en la cruz, te suplico que liberes a las almas del Purgatorio, en especial a aquellas por las que más debo rezar. No permitas que permanezcan allí por más tiempo por mi culpa, para que te puedan alabar y glorificar en la eternidad. Amén.

Pater Ave y Gloria.

V/. Dales, † Señor el descanso eterno.

R/. Y brille para ellos  la luz perpetua.

V/. Que descansen en paz.

R/. Amén.

7.¡Señor, Dios Todopoderoso, por la Sangre y Agua preciosísimas que manaron del costado de tu Hijo muy amado ante los ojos de su bienaventurada Madre y por su gran angustia, te suplico que liberes a las almas del Purgatorio, en especial a la que más honró íntimamente a la Santa Madre del Cielo y Señora Nuestra! Permítele pronto entrar en tu gloria para que te pueda glorificar y alabar con María en la eternidad. Amén.

Pater Ave y Gloria.

V/. Dales, † Señor el descanso eterno.

R/. Y brille para ellos  la luz perpetua.

V/. Que descansen en paz.

R/. Amén.

Tomado de: https://radiocristiandad.org/2016/11/02/oracion-de-siete-peticiones-por-las-almas-del-purgatorio/

 

martes, 29 de septiembre de 2015

Oración a San Miguel Arcángel

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén.

Oración a San Miguel Arcángel creada por el Papa León XIII

domingo, 5 de julio de 2015

Acto de esperanza

Dios mío espero, por Tu bondad infinita, por Tus promesas y los méritos de nuestro Salvador Jususcristo, la vida eterna y la gracias necesarias para recibirla con las buenas obras que debo y quiero hacer. 

Señor, que yo pueda disfrutarte en la eternidad. Amen.
 

domingo, 24 de mayo de 2015

Acto de fe

Dios mío, porque eres verdad infalible,
creo firmemente cuanto has revelado
y la Santa Iglesia nos propone para creer.
 
Expresamente creo en Ti, único Dios verdadero
en tres Personas iguales y distintas, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
 
Creo en Jesucristo Tu Hijo anado, encarnado
y muerto por nosotros el cual dará a cada uno,
según los méritos, el  recompesa o el castigo eterno.
 
Conforme a esta fe quiero siempre vivir.
Señor, acrecienta mi fe.

 

domingo, 10 de mayo de 2015

Ángel de Dios

 Ángel de Dios,
que eres mi custodio, 
pues la bondad divina me ha encomendado a ti, 
ilumíname, guárdame, defiéndeme y gobiérname. 
Amén.