domingo, 3 de mayo de 2015

Ofrecimiento del día a María Santísima

Oh María, Madre del Verbo encarnado y Madre dulcísima, estamos aquí a tus pies mientras comienza un nuevo día, un nuevo don del Señor. Depositamos en tus manos y en tu corazón todo nuestro ser. Nosotros seremos totalmente tuyos en la voluntad, en el pensamiento, en el cuerpo, en el corazón. Tú forma en nosotros, con bondad maternal, en este día una vida nueva, la vida de tu Hijo Jesús. Previene y acompaña, oh Reina del Cielo, con tu inspiración materna, también nuestras más pequeñas acciones para que todo sea puro y grato a la hora del Sacrificio Santo e Inmaculado. Haznos santos, oh Madre de bondad. Santos como Jesús nos ha pedido y tu corazón ardientemente lo desea. Así sea.

 

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