Ven, Espíritu Santo, y envía del Cielo un rayo de tu luz.
Ven, padre de los pobres, ven, dador de gracias, ven luz de los corazones.Consolador magnífico, dulce huésped del alma, su dulce refrigerio.
Descanso en la fatiga, brisa en el estío, consuelo en el llanto.
¡Oh luz santísima!
llena lo más íntimo de los corazones de tus fieles.
Sin tu ayuda, nada hay en el hombre, nada que sea bueno.
Lava lo que está manchado, riega lo que está árido, sana lo que está herido.
Doblega lo que está rígido, calienta lo que está frío, endereza lo que está extraviado.
Concede a tus fieles, que en Ti confían tus siete sagrados dones.
Dales el el premio de la virtud, dales el puerto de la salvación, dales la felicidad eterna.
Amén, Aleluya, Aleluya.
V. Envía Tu Espíritu Señor y será una nueva creación.
R. Y renovarás la faz de la tierra.
Oremos: Oh Dios que has instruido los corazones de Tus fieles con la luz de Tu Espíritu Santo, concédenos por este mismo Espíritu, gozar siempre de su consuelo.
Por Cristo Nuestro Señor.
Amen.