lunes, 2 de noviembre de 2015

Oración de siete peticiones por las almas del purgatorio

1.¡Señor, Dios Todopoderoso, por la preciosísima sangre que tu Hijo muy amado derramó sobre el huerto de Getsemaní, te suplico que liberes a las almas del Purgatorio, en especial a aquellas que están más abandonadas! Condúcelas a tu gloria para que te alaben y glorifiquen en la eternidad. Amén.

Pater Ave y Gloria.

V/. Dales, † Señor el descanso eterno.

R/. Y brille para ellos  la luz perpetua.

V/. Que descansen en paz.

R/. Amén.

2.¡Señor, Dios Todopoderoso, por la preciosísima sangre que tu Hijo muy amado derramó durante la despiadada flagelación, te suplico que liberes a las almas del Purgatorio, en especial a aquellas que están más cerca de gozar la eternidad. Déjalas que comiencen ahora a alabarte y glorificarte en la eternidad. Amén.

Pater Ave y Gloria.

V/. Dales, † Señor el descanso eterno.

R/. Y brille para ellos  la luz perpetua.

V/. Que descansen en paz.

R/. Amén.

3.¡Señor, Dios Todopoderoso, por la preciosísima sangre que tu Hijo muy amado derramó durante la dolorosa coronación de espinas, te suplico que liberes a las almas del Purgatorio, en especial a aquellas que más necesitan tu intersección! No permitas que esperen más para que te puedan alabar y glorificar en la eternidad. Amén.

Pater Ave y Gloria.

V/. Dales, † Señor el descanso eterno.

R/. Y brille para ellos  la luz perpetua.

V/. Que descansen en paz.

R/. Amén.

4.¡Señor, Dios Todopoderoso, por la preciosísima sangre que tu Hijo muy amado derramó en las calles de Jerusalén cuando llevaba la cruz sobre su bendita espalda, te suplico que liberes a las almas del Purgatorio, en especial a aquellas que ante tus ojos posee los mayores méritos para que, desde lo alto del trono glorioso que las espera, te puedan alabar y glorificar en la eternidad. Amén.

Pater Ave y Gloria.

V/. Dales, † Señor el descanso eterno.

R/. Y brille para ellos  la luz perpetua.

V/. Que descansen en paz.

R/. Amén.

5.¡Señor, Dios Todopoderoso, por el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo muy amado, Jesucristo, que Él mismo en la noche anterior a su muerte ofreció a sus amados apóstoles como alimento y bebida, dejando de este modo una ofrenda continua y alimento que da vida para los fieles de toda la Iglesia, te suplico que liberes a todas las almas del Purgatorio, en especial a la que honró mas este secreto de su infinito amor, para que pueda con tu Hijo muy amado y El Espíritu Santo, por medio de sus santos Sacramentos, alabarte y glorificarte en la eternidad. Amén.

Pater Ave y Gloria.

V/. Dales, † Señor el descanso eterno.

R/. Y brille para ellos  la luz perpetua.

V/. Que descansen en paz.

R/. Amén.

6.¡Señor, Dios Todopoderoso, por la preciosísima sangre que tu Hijo muy amado derramó de sus manos y sus pies cuando estaba en la cruz, te suplico que liberes a las almas del Purgatorio, en especial a aquellas por las que más debo rezar. No permitas que permanezcan allí por más tiempo por mi culpa, para que te puedan alabar y glorificar en la eternidad. Amén.

Pater Ave y Gloria.

V/. Dales, † Señor el descanso eterno.

R/. Y brille para ellos  la luz perpetua.

V/. Que descansen en paz.

R/. Amén.

7.¡Señor, Dios Todopoderoso, por la Sangre y Agua preciosísimas que manaron del costado de tu Hijo muy amado ante los ojos de su bienaventurada Madre y por su gran angustia, te suplico que liberes a las almas del Purgatorio, en especial a la que más honró íntimamente a la Santa Madre del Cielo y Señora Nuestra! Permítele pronto entrar en tu gloria para que te pueda glorificar y alabar con María en la eternidad. Amén.

Pater Ave y Gloria.

V/. Dales, † Señor el descanso eterno.

R/. Y brille para ellos  la luz perpetua.

V/. Que descansen en paz.

R/. Amén.

Tomado de: https://radiocristiandad.org/2016/11/02/oracion-de-siete-peticiones-por-las-almas-del-purgatorio/

 

martes, 29 de septiembre de 2015

Oración a San Miguel Arcángel

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén.

Oración a San Miguel Arcángel creada por el Papa León XIII

domingo, 5 de julio de 2015

Acto de esperanza

Dios mío espero, por Tu bondad infinita, por Tus promesas y los méritos de nuestro Salvador Jususcristo, la vida eterna y la gracias necesarias para recibirla con las buenas obras que debo y quiero hacer. 

Señor, que yo pueda disfrutarte en la eternidad. Amen.
 

domingo, 24 de mayo de 2015

Acto de fe

Dios mío, porque eres verdad infalible,
creo firmemente cuanto has revelado
y la Santa Iglesia nos propone para creer.
 
Expresamente creo en Ti, único Dios verdadero
en tres Personas iguales y distintas, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
 
Creo en Jesucristo Tu Hijo anado, encarnado
y muerto por nosotros el cual dará a cada uno,
según los méritos, el  recompesa o el castigo eterno.
 
Conforme a esta fe quiero siempre vivir.
Señor, acrecienta mi fe.

 

domingo, 10 de mayo de 2015

Ángel de Dios

 Ángel de Dios,
que eres mi custodio, 
pues la bondad divina me ha encomendado a ti, 
ilumíname, guárdame, defiéndeme y gobiérname. 
Amén.

domingo, 3 de mayo de 2015

Ofrecimiento del día a María Santísima

Oh María, Madre del Verbo encarnado y Madre dulcísima, estamos aquí a tus pies mientras comienza un nuevo día, un nuevo don del Señor. Depositamos en tus manos y en tu corazón todo nuestro ser. Nosotros seremos totalmente tuyos en la voluntad, en el pensamiento, en el cuerpo, en el corazón. Tú forma en nosotros, con bondad maternal, en este día una vida nueva, la vida de tu Hijo Jesús. Previene y acompaña, oh Reina del Cielo, con tu inspiración materna, también nuestras más pequeñas acciones para que todo sea puro y grato a la hora del Sacrificio Santo e Inmaculado. Haznos santos, oh Madre de bondad. Santos como Jesús nos ha pedido y tu corazón ardientemente lo desea. Así sea.

 

viernes, 1 de mayo de 2015

Salve Regina

Una oración de saludo, petición y súplica.

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida y dulzura y esperanza nuestra: Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clemente! ¡oh piadosa! ¡oh dulce Virgen María!

V. Ruega por nosotros santa Madre de Dios,

R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
Amén.

Mas información: https://es.catholic.net/op/articulos/13306/cat/538/salve-regina.html#modal

 

 



domingo, 26 de abril de 2015

Ave María


 Dios te salve, María,

llena eres de gracia;
el Señor es contigo.
Bendita Tú eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
 
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
 
Mas información en: https://es.wikipedia.org/wiki/Avemar%C3%ADa (Wikipedia no es un sitio fidedigno de divulgación Católica)


domingo, 19 de abril de 2015

Gloria Patri - Gloria al Padre

 Gloria al Padre
y al Hijo
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.

El Gloria Patri, locución latina que significa literalmente «gloria al Padre»,​ es una oración cristiana de carácter trinitario rezada desde los inicios del cristianismo,​ que se añade al final de la recitación de algunos salmos, en el término de cada misterio del rosario o para completar el tríptico piadoso Padrenuestro-Avemaría-Gloria.

Es una doxología a la que también se conoce con el nombre de “doxología menor”, para distinguirla de la “doxología mayor” o Gloria in excelsis Deo.

Gloria Patri, et Filio, et Spiritu Sancto. Sicut erat in principio, et nunc, et semper, et in sæcula sæculorum. Amen.

 Tomado de: https://es.wikipedia.org/wiki/Gloria_Patri (Wikipedia no es un sitio fidedigno de divulgación Católica)

domingo, 12 de abril de 2015

Invocación al Espíritu Santo

Ven, Espíritu Santo, y envía del Cielo un rayo de tu luz.
Ven, padre de los pobres, ven, dador de gracias, ven luz de los corazones.Consolador magnífico, dulce huésped del alma, su dulce refrigerio.
Descanso en la fatiga, brisa en el estío, consuelo en el llanto.
¡Oh luz santísima!
llena lo más íntimo de los corazones de tus fieles.
Sin tu ayuda, nada hay en el hombre, nada que sea bueno.
Lava lo que está manchado, riega lo que está árido, sana lo que está herido.
Doblega lo que está rígido, calienta lo que está frío, endereza lo que está extraviado.
Concede a tus fieles, que en Ti confían tus siete sagrados dones.
Dales el el premio de la virtud, dales el puerto de la salvación, dales la felicidad eterna.
Amén, Aleluya, Aleluya.
 
V. Envía Tu Espíritu Señor y será una nueva creación.
R. Y renovarás la faz de la tierra.
 
Oremos: Oh Dios que has instruido los corazones de Tus fieles con la luz de Tu Espíritu Santo, concédenos por este mismo Espíritu, gozar siempre de su consuelo. 

Por Cristo Nuestro Señor.
Amen.


domingo, 5 de abril de 2015

Alma de Cristo

Alma de Cristo, santifícame. Cuerpo de Cristo, sálvame. Sangre de Cristo, embriágame. Agua del costado de Cristo, lávame. Pasión de Cristo, confórtame. ¡Oh, buen Jesús!, óyeme. Dentro de tus llagas, escóndeme. No permitas que me aparte de Ti. Del maligno enemigo, defiéndeme. En la hora de mi muerte, llámame. Y mándame ir a Ti. Para que con tus santos te alabe. Por los siglos de los siglos.

 Amén. 

Mas información en: https://ec.aciprensa.com/wiki/Alma_de_Cristo








domingo, 29 de marzo de 2015

Ofrecimiento del día al Sagrado Corazón de Jesús

 

Oh Corazón Divino de Jesús yo te ofrezco por medio del Corazón Inmaculado de María Madre de la Iglesia, en unión al Sacrificio Eucarístico, las oraciones y las acciones, las alegrías y los sufrimientos de este día. Te lo ofrezco en reparación de los pecados, por la salvación de todos los hombres, y bajo la gracia del Espíritu Santo para la mayor Gloria de Dios Padre.

Amén.

domingo, 22 de marzo de 2015

Te Adoro

Te adoro Dios, mío, y te amo con todo el corazón.
Te doy gracias por haberme creado, hecho cristiano y conservado en esta noche.
Te ofrezco las acciones del día: haz que sean según tu santa voluntad y para mayor gloria tuya .
Presérvame del pecado y de todo mal.
Quítame todo miedo para pregonar tu palabra.
Que tu gracia este siempre conmigo y con todos mis seres queridos. Amén.

domingo, 15 de marzo de 2015

Padre Nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

 Uno de sus discípulos le pidió a Jesús que los enseñara a orar y Él lo hizo, enseñándoles la oración del Padrenuestro. Es así como Jesús nos regaló esta oración siendo la oración cristiana fundamental, la que todos nos sabemos, grandes y chicos, la que rezamos en la casa, en el colegio, en la Misa. A esta oración también se le llama “Oración del Señor” porque nos la dejó Cristo y en esta oración pedimos las cosas en el orden que nos convienen. Dios sabe que es lo mejor para nosotros. A través del Padrenuestro vamos a hablar con nuestro Padre Dios. Se trata de vivir las palabras de esta oración, no solo de repetirlas sin fijarnos en lo que estamos diciendo. El Padrenuestro está formado por un saludo y siete peticiones.

Saludo

PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN E L CIELO. Con esta pequeña frase nos ponemos en presencia de Dios para adorarle, amarle y bendecirle.

¡PADRE! : Al decirle Padre, nosotros nos reconocemos como hijos suyos y tenemos el deseo y el compromiso de portarnos como hijos de Dios, tratar de parecernos a Él. Confiamos en Dios porque es nuestro Padre.

PADRE “NUESTRO”: Al decir Padre Nuestro reconocemos todas las promesas de amor de Dios hacia nosotros. Dios ha querido ser nuestro Padre y Él es un Padre bueno, fiel y que nos ama muchísimo. “Padre Nuestro” porque es mío, de Jesús y de todos los cristianos.

“QUE ESTÁS EN EL CIELO”: El cielo no es un lugar sino una manera de estar. Dios está en los corazones que confían y creen en Él. Dios puede habitar en nosotros si se lo permitimos. Dios no está fuera del mundo, sino que su presencia abarca más allá de todo lo que podemos ver y tocar.

Las siete peticiones

Después de ponernos en presencia de Dios, desde nuestro corazón diremos siete peticiones, siete bendiciones. Las tres primeras son para dar gloria al Padre, son los deseos de un hijo que ama a su Padre sobre todas las cosas. Las cuatro últimas le pedimos su ayuda, su gracia.

1.SANTIFICADO SEA TU NOMBRE: Con esto decimos que Dios sea alabado, santificado en cada nación, en cada hombre. Depende de nuestra vida y de nuestra oración que su nombre sea santificado o no. Pedimos que sea santificado por nosotros que estamos en Él, pero también por los otros a los que todavía no les llega la gracia de Dios. Expresamos a Dios nuestro deseo de que todos los hombres lo conozcan y le estén agradecidos por su amor.
Expresamos nuestro deseo de que el nombre de Dios sea pronunicado por todos los hombres de una manera santa, para bendecirlo y no para blasfemar contra él. Nos comprometemos a bendecir el nombre de Dios con nuestra propia vida.

2.VENGA A NOSOTROS TU REINO: Al hablar del Reino de Dios, nos referimos a hacerlo presente en nuestra vida de todos los días, a tener a Cristo en nosotros para darlo a los demás y así hacer crecer su Reino; y también nos referimos a que esperamos a que Cristo regrese y sea la venida final del Reino de Dios.
Cristo vino a la Tierra por primera vez como hombre y nació humildemente en un establo. En el fin del mundo, cuando llegue la Resurrección de los muertos y el juicio final, Cristo volverá a venir a la Tierra, pero esta vez como Rey y desde ese momento reinará para siempre sobre todos los hombres. Se trata de ayudar en la Evangelización y conversión de todos los hombres. Hacer apostolado para que todos los hombres lo conozcan, lo amen.
Pedimos el crecimiento del Reino de Dios en nuestras vidas, el retorno de Cristo y la venida final su Reino.

3.HÁGASE TU VOLUNTAD EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO: La voluntad de Dios, lo que quiere Dios para nosotros es nuestra salvación, es que lleguemos a estar con Él.
Le pedimos que nuestra voluntad se una a la suya para que en nuestra vida tratemos de salvar a los hombres. Que en la tierra el error sea desterrado, que reine la verdad, que el vicio sea destruido y que florezcan las virtudes.

4.DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA: Al decir “danos” nos estamos dirigiendo a nuestro Padre con toda la confianza con la que se dirige un hijo a un padre.
Al decir “nuestro pan” nos referimos tanto al pan de comida para satisfacer nuestras ncesidades materiales como al pan del alma para satisfacer nuestras necesidades espirituales. En el mundo hay hambre de estos dos tipos, por lo que nosotros podemos ayudar a nuestros hermanos necesitados.

5. PERDONA NUESTRAS OFENSAS COMO TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN.
PERDONA NUESTRAS OFENSAS: Los hombres pecamos y nos alejamos de Dios, por eso necesitamos pedirle perdón cuando lo ofendemos. Para poder recibir el amor de Dios necesitamos un corazón limpio y puro, no un corazón duro que no perdone los demás.
COMO TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN: Este perdón debe nacer del fondo del corazón. Para esto necesitamos de la ayuda del Espíritu Santo y recordar que el amor es más fuerte que el pecado.

6. NO NOS DEJES CAER EN TENTACIÓN
El pecado es el fruto de consentir la tentación, de decir sí a las invitaciones que nos hace el demonio para obrar mal. Le pedimos que no nos deje tomar el camino que conduce hacia el pecado, hacia el mal. El Espíritu Santo nos ayuda a decir no a la tentación. Hay que orar mucho para no caer en tentación.

7. Y LÍBRANOS DEL MAL
El mal es Satanás, el ángel rebelde. La pedimos a Dios que nos guarde de las astucias del demonio. Pedimos por los males presentes, pasados y futuros. Pedimos estar en paz y en gracia para la venida de Cristo.

AMÉN: Así sea.

Como te das cuenta, al rezar el Padrenuestro, le pides mucha ayuda a Dios que seguramente Él te va a dar y al mismo tiempo te comprometes a vivir como hijo de Dios.

 

Tomado de: https://es.catholic.net/op/articulos/16901/el-padrenuestro.html#modal


domingo, 8 de marzo de 2015

Señal de la Cruz

Cuando nos asustan, cuando rezamos, hasta cuando entramos al campo de juego en un partido de fútbol…

 En el nombre del Padre 

y del Hijo 

y del Espíritu Santo. Amen.

Todos lo hacemos…, y lo hacemos en todo tipo de situaciones: al sorprendernos, cuando nos asustan, cuando rezamos, y cuando nos servimos de la piedad para hacer chiste, hasta cuando entramos al campo de juego en un partido de fútbol… Desde pequeños hemos aprendido a persignarnos mientras recitamos las palabras: “En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.” Quizá llevamos 10, 20, 30 ó 50 años moviendo nuestra mano derecha de la frente al vientre y al pecho, trazando una cruz, pero ¿cuántas veces lo hemos hecho 100% conscientes de lo que significa?
Quizá empezamos el día con la señal de la cruz; quizá terminamos el día de la misma manera. ¡Cada Misa, cada rosario, cada oración! Y lo hacemos con tanta monotonía y desinterés. Así como en el deporte, en cualquier carrera, en la vida, a veces hay que volver al inicio: “Back to basics…”

Cuando trazamos esa cruz con nuestra mano, estamos recordando el precio pagado por nuestra salvación; estamos recordando el Amor que Dios nos ha mostrado calvado en esa cruz. Al decir esas palabras, estamos poniendo en las manos de ese Dios que nos ama, todos nuestros pensamientos, todas nuestras acciones, todo nuestro ser. Le estamos diciendo “gracias por haberme amado”. Le estamos gritando “yo también te amo y por eso quiero que todo lo que estoy a punto de hacer sea para darte gloria, para mostrarte mi amor.
Y por eso lo quiero empezar, vivir y terminar en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.”

Tomado de: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo…

sábado, 28 de febrero de 2015

La Oración de San Francisco ante el crucifijo de San Damián

La primera oración compuesta por Francisco que nosotros conocemos, es una oración muy corta. Se remonta a su tiempo de búsqueda y de lucha (años 1205-1206). A veces se la ha llamado «la oración de la hora de la conversión». Eso no quiere decir que naciera en aquel preciso momento. Francisco ya había orado muchas veces de manera parecida, antes de consignarla en la formulación definitiva que ha llegado hasta nosotros:

Altissimo glorioso Dio,
illumina le tenebre de lo core mio
et da me fede dricta,
sperança certa e caritade perfecta,
senno et cognoscemento,
signore, che faça
lo tuo santo e verace commandamento.

Aún hoy día podemos leer este texto redactado en italiano antiguo y contenido en un manuscrito que se conserva en Oxford. En ese mismo manuscrito se dice que la oración fue traducida pronto al latín «a fin de que, con vistas a un mayor provecho, pudiera ser entendida en toda la tierra». Resulta particularmente llamativo que precisamente la primera y la última oración de san Francisco hayan llegado hasta nosotros en su lengua materna. En efecto, junto con el Cántico del hermano Sol y la exhortación a las Damas Pobres, el Audite Poverelle, la Oración ante el Crucifijo de San Damián es la única oración de Francisco conservada en lengua vulgar. Los demás escritos del Poverello están redactados en latín, un latín parcialmente defectuoso, lo cual quiere decir que fueron dictados por Francisco en su lengua materna y transcritos en latín por un hermano amanuense.

Sumo, glorioso Dios,
ilumina las tinieblas de mi corazón
y dame fe recta,
esperanza cierta y caridad perfecta,
sentido y conocimiento, Señor,
para que cumpla
tu santo y verdadero mandamiento.
 

Tomado de: LA ORACIÓN DE SAN FRANCISCO ANTE EL CRUCIFIJO DE SAN DAMIÁN por Leonhard Lehmann, o.f.m.cap.

Oración del Escogista

Señor, Dios mío, Tu eres infinitamente bueno al habernos dado la oportunidad de participar en ESCOGE.

Te damos las gracias no sólo por ello, sino por habernos tendido la mano para que nos levantásemos tantas veces como hemos caído.

Te pedimos, Señor, por medio de tu hijo Jesús, que no nos dejes caer nunca más y nos guíes por el camino que nos tienes aq cada uno de nosotros sin flaquear, para que de esta manera podamos tambien, con misericordia, ayudar a nuestros hermanos a que te conozcan y gocen con nosotros de tu amor infinito y sirvan de semilla que dé mucho fruto para la Gloria Eterna.

¡Gracias Señor!